Anhelaba un beso,
pero de tu boca.
Un beso que fuera
de ti para mí.
Y que sin palabras
me dijeras cosas;
quizá una mentira
piadosa y sutil.
Anhelaba un beso
con pasión febril;
y quedó mi boca
hambrienta de ti.
Ese beso tuyo
se perdió en el aire,
y aunque me besaran
otros labios nuevos,
no sería aquel beso
con el que soñé.
Anhelaba mi alma
rozar con mis labios
tu boca golosa,
¡Y no pudo ser!
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