Todavía
lo ardiente de tus labios
me sofoca.
Necesito que sepas
que sigo extrañando
tiempos idos.
Grito, lloro,
porque no volverás
a estar conmigo,
y decirme, tal vez,
que me has querido.
Todavía,
como si fuera ayer,
me recorre la piel
un hormigueo,
todavía...
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