Un extraño pregonero
sube, baja viene y va
con un canasto muy viejo
que dificulta su andar.
Lágrimas!
Lágrimas!
¿Quién me compra dos o tres?
¿Quien necesita mis lágrimas?
Están frescas para usted.
Nadie lo llama
ni quieren tratos con él,
y el pregonero, llorando,
triste se va sin vender.
Llorando pasa la vida,
llorando, llorando hiel.
Se lleva el viento sus ayes,
su llanto se lleva el viento,
y no vende el pregonero
Safe Creative #0908264273928
No hay comentarios:
Publicar un comentario